El Gobierno de Asturias subvenciona los vuelos caros, para que sean aún más caros y nadie use el avión

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La compañía que ofrecía vuelos baratos, Air Europa, ha huido de Ranón, al concederse una subvención a Iberia para que suban todavía más los precios de los vuelos

Por Badabadúm, Badúm, Badúm, Badero

Sucedía este pasado mes de enero. El diario El Comercio publicaba unas declaraciones de Manuel Panadero, director de Relaciones Institucionales de Air Europa, que confirmaban el interés de la compañía Globalia en participar en un concurso público convocado por el Gobierno del Principado, que ofrecía 7,7 millones en cuatro años a una empresa que dispusiese de aeronaves y volase desde la región, para «promocionar turísticamente Asturias». La continua polémica sobre la escasez y carestía de los vuelos en el Aeropuerto de Asturias, explicaban esta iniciativa.

Salta a la vista que el Gobierno había montando aquel concurso para subvencionar, de manera digamos camuflada, a Air Europa, la compañía que realizaba cuatro enlaces diarios en la conexión con Madrid, evitándose así la costosísima opción que supone el monopolio de Iberia, con el establecimiento de una competencia imperfecta, pero competencia al fin y al cabo. Así describía El Comercio el concurso público al que aparentemente sólo podía presentarse Globalia.

Graciano Torre, pillado con las tijeras en la mano, negaba ser el sastre:

El concurso público marca como condición a los aspirantes a hacerse con el contrato disponer de aeronaves, de una red de agencias de viajes y vender paquetes turísticos como touroperador. Aunque el consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre aseguró, tras la noticia de este periódico, que «no es un traje a la medida de nadie», lo cierto es que la suma de exigencias retrata la disponibilidad de Air Europa. Porque, como integrante de Globalia, cuenta con la red de agencias de Halcón Viajes y a uno de los mayores touroperadores; Travelplan.

¿Hubo un ataque de pánico? ¿Le rompieron los dientes a Graciano? ¿Soñó con un pijama de hormigón y se hizo aguas menores? Aquí, señoras y señores, pasó algo, muy, pero que muy raro. Y es que surgió la sorpresa, y el concurso público lo ganó otra UTE para la que aparentemente no era el traje de Graciano.

Nuevamente El Comercio: «la unión temporal de empresas (UTE) formada por Iberia, Iberia Express, Iberia Regional/Air Nostrum, Vueling, Alsa y Viajes El Corte Inglés ha conseguido la mejor puntuación en el concurso para hacerse con la promoción turística de Asturias, que supone un contrato de cuatro años de duración por un importe de 7,7 millones de euros».

Asombroso resultado: se monta una operación fraudulenta para subvencionar a una compañía aérea barata, supuestamente para bajar el coste de los billetes, y el resultado es que con esa subvención encubierta y cortada a medida, lo único que se consigue es subir el precio de los aviones, porque al final la subvención se fue a la compañía cara, para eliminar la barata. Graciano debe tener los ojos hinchados de las tortas que le cayeron. Al final, la subvención que se montó para fomentar la competencia, sirvió para asegurar el monopolio. ¡Estes coses sólo pasen aquí ho!

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ALSA te lleva al aeropuerto de Santander, por sólo 8 €

Aunque Torre jure por sus muertos que el concurso nada tenía que ver con la permanencia de Air Europa en Asturias, y sus ofertas de viajes a precio más económico que el de Iberia, la realidad es que tras perder el concurso la compañía se va, y en consecuencia, ahora, según El Comercio, «volar a Madrid desde Asturias será más caro que hacerlo a Lisboa. También desde el aeropuerto regional. Incluso más que llegar a Bruselas, haciendo escala en la capital lusa. Y, si se opta por el billete de business para ir a Barajas, el viaje desde Asturias con Iberia cuesta lo mismo que utilizar Tap para aterrizar en Miami».

ALSA, el monopolio del tubús, que forma parte de la UTE ganadora de esta prodigiosa subvención encubierta que se ha dado a Iberia -la compañía más cara, y que ahora, gracias a esta operación, consolida su inconcebible monopolio aeroportuario-, oferta billetes a Santander en por carretera, a precio de ganga, para que quien quiera vuelos baratos se vaya a la vecina comunidad cántabra.

¡Dabuten! que decían los «pasotas», cuando se encontraban ante sustancias de alta calidad. Asturias, y sus locuras, parecen explicarse sólo bajo el efecto de los «excitantes»: los asturianos tenemos un aeropuerto con pocos vuelos y más caros que los de su entorno, y como estamos muy contentos con semejante desastre, subvencionamos con dinero público -eso sí, fraudulentamente-, a la compañía que tiene el monopolio, para que suba aún más el precio de los billetes y nadie viaje en avión.