Fernández no quiere depurar las responsabilidades de Areces, porque son las de su partido político

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Juan Vega

Foro no consiguió llegar al año de Gobierno, gracias a la cada vez más incomprensible actuación del PP asturiano -desde entonces no ha dejado de agonizar-, que con su enmienda a la totalidad de los presupuestos presentados por el partido de Francisco Álvarez-Cascos, buscó y encontró la complicidad del PSOE para dejar fuera a quienes podían abrir puertas y ventanas para que esto se airease.

Los motivos para la concertación de intereses eran y son bien visibles. La acción común de PSOE y PP para intentar expulsar a Foro del escenario, tuvo a La Nueva España como principal mentor, y lo que hoy es Liberbank, la catástrofe de Cajastur, fue la fuente de la que manó el maná del bono cada vez más basura. Se trataba de atar, y atar bien, lo que se había desatado, y muy fundamentalmente, la corriente de ilusión que se generalizó.

Ignacio Prendes, cuyo partido, la UPyD, vive un notable auge de expectativas en el resto de España, vendió su primogenitura en Asturias por unas ignotas lentejas, que se ocultan detrás de una comisión de investigación, convertida en juicio paralelo, con la evidente función de dar cobertura a los investigados, pues ni tan siquiera se aceptó pedir los contratos celebrados entre los ayuntamientos y las empresas implicadas, que es donde está la madre del cordero. Como por otra parte, todo el mundo sabe.

Toca ahora lanzar cantos de sirena, interrogándose sobre la negativa socialista a establecer las responsabilidades políticas de Vicente Álvarez Areces, bajo cuyo mandato florecieron las malas prácticas de la Operación Marea. Areces fue el Mister X de la trama de intereses que arrasó Asturias, desde El Musel, pasando por la ZALIA y Bobes, los incontables centros de interpretación que yacen por todo el territorio, para terminar en el HUCA y el Calatrava.

Belén Fernández, consejera con Areces y Javier Fernández, uno de los más clamorosos nexos de unión entre los gobiernos de entonces, y el de ahora, reconoce en la Junta General del Principado, que su estrategia es aguantar, el tiempo que se pueda, sin que tres sociedades pantalla como SEDES, SOGEPSA y ZALIA entren en concurso, renegociando créditos, y devolviendo capital «a poquitinos». Lo mismo que hizo el PP en Oviedo con Cinturón Verde, pero más despacito.

Son 300 millones de deuda oculta del Principado que los socialistas sacaron de Presupuestos para apantallarlos en esas empresas, por obras encargadas sin dinero por Areces, burlando leyes de contratos y normas presupuestarias. Esos 300 millones, por lo que dice Belén Fernández, van a seguir apuntados al techo mientras el cuerpo aguante, para que el otro Fernández, Javier, pueda seguir presumiendo de cumplir el objetivo de déficit.

A primeros de este mismo mes, el Consejo de Gobierno del Principado acordó acudir al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para 2013, para solicitar 216,64 millones de ayuda pública del Estado, y garantizar así la financiación de un endeudamiento previsto para 2013 de 396,5 millones.

¡Cómo van a permitir los socialistas que se demanden y depuren las responsabilidades de Areces, si Areces fue su presidente de Asturias entre 1999 y 2011! El actual, Javier Fernández, secretario general del partido que gobernaba entonces y ahora, que comparte consejeros con Areces, no puede hacerlo, aunque algunos se empeñen, pues creen que tirando a Areces por la ventana, los ciudadanos se podrán tragar que quienes gobernaban entonces, y gobiernan ahora, no son los mismos. ¡Magia potagia!

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