La Nueva España se divierte a cuenta de Cascos con el «Pacto del astillero»

lucianaveros

Por Porompompón Porompompero

Los comunicadores del equipo del socialista Javier Fernández han parido un nuevo engendro. Se trata de una bonita historia que lleva el sello creativo del gabinete presidencial dirigido por José Manuel Piñeiro.  Una fructífera leyenda urbana con la que pretenden tapar sus años de romance con el PP de Asturias, que concluyeron abruptamente a causa del voto de Somos Oviedo a Wenceslao López como alcalde, algo que no se produjo en Gijón por parte de Xixón si Puede. Javier quiso evitarlo y no pudo, pero Mercedes Fernández se enfadó y le pidió el divorcio político, después de un largo romance del que salieron los presupuestos regionales y el engendro legislativo que dejó la TPA sin consejo de administración para los restos.

En la PSOE no lo pueden soportar, no pueden permitir que la mayor ciudad de Asturias esté fuera de control, en manos de un sector de Foro Asturias, el que encabeza Carmen Moriyón, que a poco que se esforzase se podría hacer con el liderazgo regional y dar la vuelta que ese partido necesita, y como no quieren que el moriyonato se consolide bajo ningún concepto, están creando el microclima necesario para una moción de censura tras las elecciones generales que tiene muchas posibilidades de salir adelante si los dirigentes gijoneses de Foro no se quitan de encima la caspa pepera. ¡Ruido de sables en Gijia!

La Nueva España se divierte a cuenta del «Manicomio de Cascos»

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La «Cárcel de papel» de La Codorniz

Lucía S. Naveros escribe este lunes en La Nueva España una crónica titulada «Los amarres políticos de Naval Gijón«, que no es ni más ni menos que un favorazo que le hace el «diario líder» al gabinete fernandino, para dar carta de naturaleza a una pesadilla de agosto: el «Pacto del astillero», en el que los líderes de la Corriente Sindical de Izquierdas, CSI, como Cándido González Carnero, jugarían un papel protagonista con Francisco Álvarez-Cascos, para conseguir que el candidato socialista a la Alcaldía gijonesa no lograse el apoyo necesario para desbancar a Carmen Moriyón. ¡Todo aquel que no apoye al PSOE es un siervo de Cascos! ¡Ahhhhrrrrgggggg!

En el diario de la calle de Calvo Sotelo, que compra esta milongona a Piñeiro, se ríen para justificar tan pintoresco parto, y se vengan así, creativamente, de Cascos, escribiendo libelos como los que él lleva años publicando en la Web de Foro Asturias, lanzando chorradas muy parecidas a las que el hoy atechado ex presidente de Foro viene lanzando desde la Web que él personalmente dirige, y que ha convertido en la cañonera de sus obsesiones particulares.

Si en La Codorniz de Álvaro de la Iglesia, en tiempos de Francisco Franco Bahamonde había una «Cárcel de papel«, en la Web de Cascos hay un «Manicomio de Papel«. Ese manicomio lo dirige y alimenta personalmente el ex presidente de Foro, a pesar de haber puesto ahí a Cristina Coto a figurar, para llevarse las leches, al frente de un negocio que no controla. Cascos dispara siempre debidamente guarecido; es el instinto del cazador que utiliza la tecnología humana para abatir un animal indefenso, por pura diversión. Pero como en La Nueva no pueden ser menos, y en el fondo el ex vicepresidente les pone a cuenta del hormiguero y sus hormiguitas, emulan, desde sus páginas, el «Manicomio de Cascos», y hacen unas risas a cuenta de la ocurrencia.

La gracia estriba en sustituir «duernu» por el «astillero»

manicomiopapel
El «Manicomio de papel» de la Web de Cascos

Una cosa es el análisis mediático del mecanismo del bipartidismo de largo recorrido fraguado entre el PSOE y el PP, y especialmente en la Asturias que partieron y se repartieron durante tantos años, y otra muy diferente agitar ese entendimiento como un pacto electoral, un juego que Cascos convirtió en slogan con la gorrinesca metáfora del pacto del duernu. Y claro, darle la vuelta a ese slogan, para inventarse otro, da para un ratín de conversación entre Piñeiro y Ángeles Rivero, la directora de LNE, a la que también le mola reirse.

Y es que Cascos da mucho juego, porque a estas alturas hay que reconocer que tiene bemoles que el secretario general del PP que vio convertirse a Luis Bárcenas Gutiérrez en «Tarzán», el hombre que llegó a Génova en taparrabos, saltando de liana en liana, para terminar forrado, haya tenido que protagonizar la ruptura de los asturianos con el monopolio del poder político ferozmente sujeto por el tándem formado por Vicente Álvarez Areces y Gabino de Lorenzo, que parió escándalos tan asombrosamente gestionados como el del Caso Marea o el Caso Calatrava, cuya deriva judicial resulta tan incierta como desvergonzada es la presencia de sus protagonistas al frente de la Delegación del Gobierno o en un escaño del Senado.

Pero eso es otra historia, vamos a lo que nos ocupa, al «Pacto del astillero»

Empecemos por dejar claro que Cascos no puede ver a Moriyón, que todavía tiene cuentas pendientes por la guarrada que le hizo al colocarle a traición a la Coto al frente del partido, y porque Juan Manuel Martínez Morala, referente histórico activo en la CSI, no quiere saber nada con los partidos políticos, ni con Foro, ni con Podemos, ni con ninguno, y todo el mundo sabe que Cándido juega a la política por su cuenta y riesgo. Así que de la CSI, na de na, Lucía.

Sigamos por el hecho evidente de que una candidatura respaldada por Podemos, como es la de Oviedo, hizo alcalde a un candidato socialista que sí es de su agrado, cosa que no sucede en la Villa de Jovellanos, ya que José María Pérez hizo más mili que el palo de la bandera en el núcleo duro del PSOE más guarrete, lo que no ocurre con Wenceslao López en Oviedo. Y ahí estriba la diferencia, no es lo mismo Wenceslao que Pérez. Así que de pacto contra el PSOE nada de nada.

No cuela

José Velasco, de Zebrastur, firma los papeles que le pasa Julia Piñera, bajo la atenta mirada de Gabino de Lorenzo
José Velasco, de Zebrastur, firma los papeles que le pasa Julia Piñera, bajo la atenta mirada de Gabino de Lorenzo

Todo conduce a ver el artículo de Lucía como un divertimento veraniego grato a la dirección del periódico y al gabinete fernandino, porque además de para unas risas, no deja de ser un favorín que le hacen al presidente Javier, y como es sabido, en La Nueva España, nada que resulte grato a Fernández les resulta ajeno, al menos mientras éste pague las facturas y siga llegando la pasta de las campañas de publicidad regional y de los programas que Asturmedia, la productora de LNE, que graba en el edificio que el Ayuntamiento de Oviedo tiene cedido a José Velasco en Olloniego como escuela municipal de cine.

PP, Podemos, IU y Ciudadanos, deben sumarse a Foro Gijón para racionalizar la locura de ZALIA

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ZALIA, un enorme polígono incomunicado.

Por Juan Vega

En la imagen superior pueden ver el estado actual de la llamada Zona de Actividades Logísticas o ZALIA, un proyecto de polígono industrial de cuatro millones de metros cuadrados, de los que 871.324 metros cuadrados se han desarrollado hasta la fecha, sin una sola parcela ocupada. Cien millones tirados a la basura por el momento. Lo malo es que todavía pretenden seguir tirando dinero, ampliando el fiasco y no dando salida a lo que ya existe.

ZALIA carece de accesos, lo que viene a explicar que no se haya vendido ni un metro. Pero hay otras razones para que ese suelo no se venda, como por ejemplo, la oferta de otros polígonos, tales como el de Lloreda de SOGEPSA, más próximo a Gijón y al Musel que ZALIA, con salidas ya ejecutadas, que está también sin vender, y eso que sus parcelas se ofrecen a 100€ metro.

Polígono de Lloreda, mejor situado que ZALIA, comunicado, y sin vender
Polígono de Lloreda, mejor situado que ZALIA, comunicado, y sin vender

A pocos kilómetros, en Bobes, Siero, en el centro de Asturias, la sociedad pública SOGEPSA oferta también a 160€, otro millón de metros cuadrados, que aunque están al borde de la Oviedo-Villaviciosa o A-64, carece también de accesos razonablemente ejecutados, y por eso tampoco vende nada.

La burbuja los volvió locos

Los dirigentes asturianos del PSOE y sus gobernantes -el actual presidente Javier Fernández acumula ambas responsabilidades- fueron los impulsores de estos disparates, entre los que destaca por su irracionalidad el polígono de ZALIA, para el que pretendieron construir la llamada AS-IV o enlaces a ZALIA, tres tramos de doce kilómetros de autovía, con un coste de 300 millones de €, que contarían con financiación diferida de acuerdo con el llamado «método alemán». Todavía a día de hoy pretenden construir unos accesos inútiles, aunque de ambición ya un poco reducida.

Toda esta locura formó parte de un plan concebido por el antecesor socialista de Fernández, Vicente Álvarez Areces, para ejecutar a través de SOGEPSA y el IDEPA 12 millones de metros de suelo industrial, entre los que estaban en lugar destacado ZALIA, Bobes y Lloreda, cuyos catastróficos resultados saltan ahora a la vista, sin que hasta la fecha se hayan depurado las correspondientes responsabilidades políticas, pues los mismos que la armaron, son los que gestionan ahora la catástrofe, reclamando que lo arregle el maestro armero.

Pueden ver también en la imagen (flecha amarilla) el punto de intersección entre la ZALIA y la A-66 o Y, en la que una sencilla obra resolvería el problema de cómo comunicar esos cientos de miles de metros en los que ya se han invertido cien millones de euros, desde una sociedad en quiebra, que no tiene salvación posible si no se resuelve inmediatamente el problema de los accesos.

Los vecinos de San Andrés de los Tacones quieren liberarse de la locura

En los cuatro millones de metros de reserva de suelo de ZALIA, que jamás se ejecutarán, a la vista de la oferta actual de la propia ZALIA, de Bobes o de Lloreda, hay atrapados un montón de vecinos de San Andrés de los Tacones, que quieren liberar sus parcelas de esta cárcel de papel en la que están prisioneros, puesto que sus propiedades están destinadas a formar parte de un polígono que nunca va a existir, salvo en la mente febril de los de siempre, que sólo piensan en la tonelada de hormigón y sus posibilidades de meter la cuchara.

Polígono de Bobes, en el centro de Asturias. Otro millón de metros sin vender
Polígono de Bobes, en el centro de Asturias. Otro millón de metros sin vender

Confirma El Comercio que el Ayuntamiento de Gijón pretende reducir a menos de la mitad la extensión de cuatro millones de metros de la ZALIA: «Esta propuesta, que venía recogida ya en el documento de prioridades del nuevo Plan General de Ordenación (PGO), se mantiene en el borrador del documento de aprobación inicial, que aún está pendiente del debate político previo a su traslado al Pleno».

Esta decisión del gobierno presidido por Carmen Moriyón tiene que ver con los resultados del proceso de participación ciudadana previo a la redacción del plan, en el que los redactores del mismo se hicieron eco de la demanda de reversión de los suelos y su liberalización para que puedan ser utilizados o aprovechados por sus propietarios.

El Gobierno de Fernández pretende sostenella y no enmendalla

La consejería de Fomento no está de acuerdo con esta revisión de sentido común y manifiesta su intención de boicotearla cuando el nuevo PGO llegue a la CUOTA, en un trámite obligado en el que el Gobierno de Asturias podría recurrir al abuso de poder para impedir que aquí se racionalice un poco la arbitraria ocupación de terrenos privados, en enormes áreas que fueron expropiadas sin necesidad ni justificación alguna para abordar operaciones propias de los tiempos de la burbuja que ya no tienen ningún sentido.

Bueno sería que PP, Podemos, IU, Ciudadanos y otras fuerzas políticas, se unan a Foro Gijón y comiencen a manifestarse sobre este asunto, en el que es necesario hacer justicia a los vecinos expoliados, resarciéndoles de alguna forma por el asalto sufrido, a la vez que se envía un mensaje de sentido común a la ciudadanía, tras los excesos burbujeros.

El Musel: de aquellos lodos estos polvos

  • La imposible sanción por la nube de carbón de El Musel
Gijon. 24/07/2015. Vista de las molestias causadas por el viento en la EBHI y en las playas de la ciudad. Foto:Daniel Mora....................
Gijon, el 24 de julio de 2015

Quien decidió ejecutar la ampliación de El Musel como puerto granelero, no sólo estaba apostando por la sobrecapacidad portuaria, al estilo de la apuesta por la sobrecapacidad aeroportuaria que tanto dio que hablar en España, sino que además de garantizar un espléndido negocio fácil para los proveedores de piedra y hormigón, todo se hacía sin tener en cuenta que el chollo de los graneles, además de ruinoso, es sucio e incompatible con muchas actividades. Por una razón que debe tener mucho que ver con la célebre cinta de Elia Kazan, La ley del silencio, se habla menos de los puertos que de los aeropuertos. Aunque el problema sea el mismo: corrupción y estafa.

A lo nuestro: el calor aprieta, los riegos sobre las resecas pilas de mineral dejan de tener efecto, llega un golpe de viento, y una enorme nube de carbón se abate sobre la enorme masa de propios y extraños que llena las playas gijonesas en pleno verano. ¡Escándalo! Fariseismo total: «¿cómo es posible que pase esto?» se preguntan los cínicos de turno. Muy sencillo, porque al hacer calor y levantarse el viento, como alguien decidió que Gijón tenía que optar por un modelo portuario catastrófico que tiene estas consecuencias, pasa lo que tenía que pasar.

¿Qué tiene el carbón, que no tenga otro negocio, a la hora de condicionar la ampliación de un puerto? Sencillo, que exige enormes extensiones para apilarse, más piedras y más hormigón para meter provisiones en la buchaca de los que toman las decisiones. Eso sí, se trata de un tráfico que apenas ofrece valor añadido y es poco compatible con otras actividades, por lo que no sólo da muy poco dinero al puerto, sino que además espanta fuentes de ingresos diferentes. Pero quienes tomaron las decisiones ya tienen lo suyo a salvo.

Un puerto en el que se levantan grandes nubes de polvo, es un puerto sucio, que impide la captación de mercancías generales.

Por eso, nada hay más ridículo que la polémica que se organizó como consecuencia de la acción de una nube inevitable. Lo explican hoy en El Comercio, periódico en el que ya están trabajando para evitar que se produzcan las sanciones que se comprometieron desde el Gobierno de Asturias, para acallar el malestar generado por unas molestias que se producirán siempre que haya carbón apilado en un puerto que fue construido para apilar carbón.

El artículo se titula «Los operadores proponen que El Musel imite a los puertos graneleros europeos«. Parece que proponen hacer algo, pero no, lo que proponen es justamente lo contrario, no hacer nada. Es decir, sugieren al Gobierno de Asturias que se dejen de tonterías y de multas tramitadas para disimular: ¡cómo va a multar el Principado a la Autoridad Portuaria por las consecuencias de un modelo portuario que fue decidido por el propio Principado!

Vean cómo preparan el supositorio en El Comercio. Dicen: «los operadores portuarios consideran alejada de la realidad la polémica sobre la nube negra que el pasado 24 de julio afectó a las playas urbanas de Gijón, al entender que problemas derivados de circunstancias meteorológicas excepcionales no deben dar lugar a medidas de gestión de los graneles distintas a las que rigen en el resto de los puertos de Europa». A renglón seguido aclaran que las medidas que rigen en el resto de los puertos graneleros de Europa consisten en «regar» el carbón.

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Explanada que Lissan Coal explota en concesión en Aboño

¿La solución es regar enormes pilas de veinte metros de polvo? Si el calor aprieta y se levanta el viento, por mucho que se riegue, las partículas de carbón apiladas en verdaderas montañas, se levantan en el aire formando densas nubes que se desplazan allí donde las conduzca el capricho de la meteorología.

Resumiendo: lo ocurrido es inevitable. Claro, una cosa es saberlo, y otra muy diferente, explicar a los miles de bañistas que las «autoridades» decidieron que Gijón sea una ciudad condenada a sufrir estos polvos, por culpa de aquellos lodos.

Así pues, veremos en qué para lo de las sanciones a la EBHI, que es como se llama la sociedad pública que hace a los privados el impagable servicio de descargar sus minerales en El Musel, y a una compañía privada, Lissan Coal, que al parecer es la que ahora apila allí carbón, en terrenos aledaños a la EBHI, pero también en la explanada de Aboño, por cuenta propia.

Ya les adelantamos que en nada…

Francisco Álvarez-Cascos: «Cristina Coto en esta campaña ha conseguido sacar lo mejor de Foro»

CASCOS   OVIEDO MARIO ROJAS 17-06-15
Para Cascos los excelentes resultados de Gijón, Ribadesella, Salas, Amieva y otros, no merecen un esfuerzo de reflexión ante el fracaso de Asturias, Oviedo o Avilés

Por Juan Vega

Balance electoral de Foro en una entrevista concedida a El Comercio por el secretario general, Francisco Álvarez Cascos: «Cristina Coto en esta campaña ha conseguido sacar lo mejor de Foro y en ese sentido no hay ninguna conciencia de fracaso». Y añade: «Si hubo críticas, fueron en voz baja. A mí no me han llegado».

La culpa de los pésimos resultados de Foro en el ámbito regional, en Oviedo o en Avilés, según Cascos, es de los medios de comunicación: «Nadie ha visto a Foro en un telediario», porque, según el secretario Cascos, nos encontramos con un escenario «artificiosamente creado de elecciones generales en el que, los medios de comunicación, hablaban de Rajoy, de Pedro Sánchez, de Iglesias y de Rivera. Y en ese escenario los candidatos autonómicos estaban desaparecidos».

No parece que el éxito de Foro en Gijón, Ribadesella, Salas, Amieva y otros concejos, que tampoco salieron en los telediarios, merezca una reflexión, por contraposición al papel jugado por la dirección regional, allí donde los candidatos fueron elegidos mediante procedimientos escasamente democráticos.

La culpa es de los telediarios, donde salió bien, nada hay que decir, y donde salió mal, el escenario artificioso se encargó de todo. La autocrítica no existe.

Javier Fernández y los estalinistas que metieron en la cárcel a Cándido y Morala, quieren borrar la memoria reciente de Gijón y de Asturias

Juan Manuel Martinez Morala y Candido Gonzalez Carnero

Por Juan Vega

  • A Cándido y Morala los metieron en la cárcel, a instancias del Gobierno PSOE-IU de Gijón, porque estorbaban en los negocios que querían hacer en la bahía

Los dirigentes de la Federación Socialista Asturiana que trabajan a las órdenes de Javier Fernández, que hizo todo lo que estuvo en su mano para impedir que se desalojase al PP de Gabino de Lorenzo del Ayuntamiento de Oviedo, están de campaña de imagen, ante la sucesión de golpes que han recibido en toda la boca, propinadas por los jóvenes dirigentes de Podemos Asturias, que gracias a sus gestiones con las agrupaciones de electores que se presentaron en Oviedo y Gijón, lograron librar a la capital de un cuarto de siglo de gabinismo al largar a Agustín Iglesias Caunedo, e impidieron que Gijón volviese a manos de un personaje como José María Pérez, metido en todas las mermeladas pringosas del régimen arecista.

La inteligencia estratégica con la que han jugado Somos Oviedo y Xixón Sí puede, al permitir en un caso que Carmen Moriyón, de Foro, sea alcaldesa, y al apoyar en otro al socialista ejemplar Wenceslao López, hizo posible que el impostor Fernández se desangre, presa de indisimulada rabia, ante la magistral jugada con que le devolvieron con bien por mal, su sucio intento de seguir cambiando cromos entre ciudades, sin el menor respeto por la voluntad de los electores. Podemos ha demostrado que Asturias no está totalmente podrida, y somos muchos los que desde posiciones personales diferentes en política, tenemos que agradecerles que lo hayan conseguido.

Javier, prohijado político y profesional de José Ángel Fernández Villa, que desde su mansión de Somió ostenta la máxima representación al frente de la FSA y del Gobierno de Asturias, ha desatado esa campaña como respuesta al tremendo golpe recibido, e intenta desgastar a los responsables de Podemos, a cuenta de la negativa de la agrupación de electores Xixón Sí Puede, a suscribir un pacto de legislatura con el PSOE e IU, fuerzas políticas que tienen los armarios llenos de muertos en una ciudad que de esta manera sigue gobernada por una mujer que está limpia de polvo y paja, al frente de un partido de centro regeneracionista, que recibió el respaldo mayoritario de los gijoneses en las urnas.

Los socialistas e IU, tienen, en su enorme colección de cadáveres escondidos en los armarios, aparte de su participación activa en las actividades presuntamente delictivas que llevaron a la ruina al Puerto de Gijón, que tendría que ser el motor económico de la ciudad y de Asturias, otros muchos antecedentes que nunca fueron suficientemente investigados, como la sucesión de oscuras operaciones urbanísticas en la bahía de Gijón, en la que un grupo inmobiliario vinculado a Izquierda Unida, Progea, recibió el jabugo del juego de las recalificaciones en terrenos dedicados a la construcción naval, a cambio del silencio cómplice ante la desindustrialización de la fachada marítima de la ciudad por parte de sus representantes, que con una mano llevaban la vela en la misa municipal, y con la otra repicaban las campanas de la revolución.

Hablamos del año 2006. El número uno del PSOE de Gijón, José María Pérez, era concejal a las órdenes de María de la Paz Fernández-Felgueroso, y, cómo no, de Vicente Álvarez Areces, mano que mecía la cuna. Por aquel entonces, en un artículo titulado «Morala y Carnero: el choque de trenes entre la izquierda real y la izquierda oficial, en medio de la grasa de la corrupción política«, publicado en El Comentario TV, experimento vanguardista de periodismo ciudadano, expliqué claramente los detalles de un escándalo cuyos pormenores pueden no ser suficientemente conocidos, o se han olvidado. El PSOE cebaba a IU, e IU callaba y otorgaba, pero tenían un problema para su negocio, el problema se llamaba Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala, dos sindicalistas honrados a carta cabal, que habían saltado a la fama por la película «Los lunes al sol«, basada en aquel triste episodio de corrupción de la izquierda asturiana en tiempos de la burbuja.

Escribía yo por aquel entonces en ECTV:

Aquí de lo que se trata es de lo que nadie quiere hablar, pero está a la vista de todo el mundo. En Gijón hay dos astilleros que están condenados al cierre por los gobiernos del PSOE en coalición con IU, desde que Vicente Álvarez Areces inició la construcción de las playas de Poniente y El Arbeyal, la primera situada delante de Naval Gijón, y la segunda de Izar-Juliana. La urbanización se inició con unos edificios emblemáticos, los edificios-barco, que fueron contruidos por Proseín, una promotora perteneciente al Grupo Progea, cuyo delegado en Asturias es el coordinador del área de Economía de la presidencia colegiada de IU-Gijón, José Antonio Hevia Braña.

Más detalles:

El suelo para construir esos edificios de lujo, con los que Progea ganó muchísimo dinero, se lo proporcionó una sociedad pública, SOGEPSA, que además pagó la urbanización. De esta manera se sellaba el muy estable pacto de gobierno entre IU y el PSOE en el ayuntamiento de Gijón. Los tratos y los acuerdos políticos se hacen con el suelo que se reparte entre las promotoras afines, y a poco esfuerzo que haga quien quiera conocer la verdad, lo único que tiene que analizar son las fechas de los acuerdos entre el alcalde Areces y Jesús Iglesias, que entonces pactó el gobierno de Gijón, y hoy se prepara, como candidato para Asturias, para el nuevo pacto con Areces en el Principado -en el que también se maneja mucho suelo-, para lo que ha desplazado a Francisco Javier García Valledor, que finalmente ocupará el segundo puesto de la lista.

Cómo es posible que no se esté recuperando la terrible historia de la persecución y encarcelamiento de Cándido Y Morala por el Gobierno de coalición PSOE-IU en Gijón, ahora que personas directamente implicadas en aquellos acontecimientos, como José María Pérez, respaldados por Javier Fernández, pretenden iniciar una campaña propagandística contra Podemos, para así intentar crear un vergonzoso clima de linchamiento contra Carmen Moriyón, la alcaldesa salida de las urnas que ha derrotado a las fuerzas conservadoras de la izquierdona gijonesa, PSOE-IU.

¡Manda huevos! Los tartufos de Javier critican a Ripa por haber tenido una beca

Ripa

Por Juan Vega

El Musel, el Calatrava, el nuevo HUCA, el Niemeyer, la TPA, Sedes, Sogepsa, la trama jamonera de Almacenes Pumarín, los muebles de Igrafo con los que Gabino de Lorenzo y Vicente Álvarez Areces tabicaron sus dependencias, etcétera, etcétera. Asturias tiene sus armarios repletos de muertos del bipartidismo del PPSOE y su reparto territorial Oviedo por Asturias, y aquí el problema es que un joven dirigente de Podemos tuvo una beca. Vuelvo a citar al gran intelectual Federico Trillo: ¡manda huevos! Poco más se puede decir. Pero lo digo.

José Ángel Fernández Villa se trajo a Javier Fernández de Santander para que gestionase en Asturias el negocio de la minería subvencionada desde la Consejería de Industria, y éste no desperdició la oportunidad de hacer en la vida un estupendo patrimonio. Fernández, que encabeza el clan de los recién llegados al exclusivo entorno residencial de la burguesía asturiana en Somió, quiere disfrutar de una cierta comodidad gobernando, y para eso necesita a Agustín Iglesias Caunedo al frente del Ayuntamiento de Oviedo, reeditando así el viejo pacto que su maestro estableció con Gabino, conocido universalmente como SOMA-PP. Al gran pensador Javier, que lee libros de mil páginas, no se le ocurre nada mejor que esto de cascarle al estudiante Ripa porque tuvo una beca, y manda que sus amigos de Calvo Sotelo coloquen en primera tan surrealista astracanada, el día en que se ventilan cuatro años de ayuntamientos en Asturias.

Como Carmen Moriyón está limpia de polvo y paja, y José María Pérez, candidato socialista al Ayuntamiento de Gijón, fue consejero de la Autoridad Portuaria que aprobó el modificado de El Musel en el que se concentran todas las miradas, Xixón Sí Puede opta por presentar candidatura y se niega a respaldar a Pérez. Fernández tiene así un pretexto para reunir un comité que nunca se reúne para eso, y vuela el acuerdo para que el PSOE de Oviedo, que tiene un portavoz tan limpio de polvo y paja como Moriyón, Wenceslao López, tenga que dejar, por pelotas, a Caunedo al frente del Ayuntamiento, y así cumple su parte del pacto con el PP para seguir gobernando, como hasta ahora, con el apoyo de Mercedes Fernández.

El verso suelto del sistema asturiano ya no es Francisco Álvarez-Cascos, que abandonó la guerra, dejando el partido en manos de una profesional de la política procedente del PP, Cristina Coto, y sólo Moriyón resiste en la revuelta cívica que encabezó Cascos, junto con un puñado de alcaldes, alcaldesas y portavoces de Foro que hicieron un buen trabajo en estos cuatro años. El verso suelto del sistema asturiano es ahora Podemos, que apoya a Xixón Sí puede y a Somos Oviedo, rompiendo el viejo sistema bipartidista, como hace cuatro años hizo Foro.

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Hermosa vista del restaurante del hermano de la consejera que critica a Ripa por haber tenido una beca

Por eso, porque el miedo a perder el chollo machaca las neuronas, atacan a Podemos con la campaña más surrealista de la historia de La Nueva España. Sólo les falta ya andar por ahí metiendo papelinas de coca en los bolsillos de la gente y llamar a la Policía con el fotógrafo preparado. Y es que como aquí no tienen pito que tocar por el momento para desprestigiar a Podemos, y todavía no se atreven a lo de la papelina, la única historia que consiguieron los chicos de Javier Fernández para ventilar en su diario oficial, La Nueva España, es que Dani Ripa, dirigente asturiano de Podemos, tuvo una beca y todavía no presentó la tesis doctoral.

Eduardo Lagar escribe la vomitada, y la marranada la aflora la consejera de Educación, Ana González, escondida bajo cobarde anonimato, cuyo hermano montó un precioso restaurante en el puerto de Llanes financiado por el ejecutivo asturiano. Los detalles del chollo del hermano de esta asombrosa émula de Tartufo, los tienen en el artículo «Javier Fernández invierte 400.000 euros en una pasarela para la familia socialista de Llanes«.

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Moriyón y Taboada, contra Pérez y Caunedo, ganan por goleada

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Dice Alberto Menéndez, subdirector de La Nueva España, y se queda tan contento, que como Podemos apoyó las candidaturas de Xixón Sí Puede y Somos Oviedo -que casi nada real tienen entre si-, es su «responsabilidad» si dejan las dos ciudades en manos de «la derecha», es decir, del PP y de Foro. ¡Vuelta la burra al trigo! ¡Otra vez el viejo truco del almendruco de la izquierda y de la derecha! ¡Y eso lo dice el portavoz de la empresa que se pasó cuatro años empeñada en destruir a Carmen Moriyón, y en hacer un hombre de provecho de Agustín Iglesias Caunedo! Menéndez y su periódico, la sostienen y no la enmiendan, a pesar de su glorioso fracaso.

Menéndez sabe perfectamente, y así lo reconoce, que las agrupaciones de electores apoyadas por Podemos no están sometidas a disciplina de partido para cambiar cromos, y además, que sigan así es esencial para que mantengan la credibilidad ante sus electores, porque el ascenso de las candidaturas emergentes se debe a una encomienda de la ciudadanía: la dialéctica política que domina la vida pública en nuestro país viene determinada por el cabreo ciudadano contra la corrupción, no por la vieja retórica política caduca con la que se entretenía al personal en los tiempos de bonanza.

La idea fuerza que determina la política, hoy, no es esa caduca contradicción ideológica entre izquierda y derecha, tan impostada siempre por sus cultivadores, sino entre las prácticas degeneradas de la casta de profesionales del escaño y el anhelo de renovación de esa clase política desprestigiada por los desastres de la burbuja, de los que derivaron buena parte de los casos de corrupción que afloran día tras día. Los ciudadanos quieren representantes que no hagan de la representación su modus vivendi, esclavitud de la que vienen los calatravas, los museles, el expolio de la formación, las tramas jamoneras varias, y en general, las malas prácticas de la administración, incluido el desvío de fondos públicos para financiar sobresueldos y prebendas en los propios partidos políticos, algo que está en la raíz de la podredumbre del sistema.

Menéndez se atreve a decir esto:

Aquí, fue Somos Oviedo la lista más votada de la izquierda. Y el PSOE e IU, en principio, se muestran dispuestos a facilitar la Alcaldía a Ana Taboada, pero si todo discurre con normalidad; y la normalidad, lógicamente, pasa por que el socialista José María Pérez sea el alcalde de Gijón.

En tiempos de racismo emergente, se invocaba a dioses y gitanos para las comparaciones. Ahora, comparar a Carmen Moriyón con José María Pérez, como representantes políticos, y analizar sus trayectorias, es tan ocioso como poner sobre la mesa los currículos profesionales de Ana Taboada y Caunedo. El nombre de Pérez figura consejos de administración como el que protagonizó la destrucción de El Musel. Moriyón, cirujana ejerciente, con una legislatura sin muertos en los armarios a sus espaldas, nada tiene que ver con Pérez, pues sabe buscarse la vida fuera de la política representativa.

La misma comparación, realizada entre Caunedo y Taboada, nos conduce a similares conclusiones. El primero está en este negocio desde su tierna adolescencia, y acompañó a Gabino de Lorenzo en sus operaciones más sarnosas, mientras que la segunda, abogada de profesión con despacho propio, dedicó su vida pública a colaborar en causas cívicas, y también llega, como llegó Moriyón, limpia de polvo y paja. Pero claro, no interesa lo que importa que es lo mismo que decir que lo que importa no interesa.

Y si comparamos a Moriyón con Caunedo, y a Pérez con Taboada, pues apaga y vamos que lo de la izquierda y lo de la derecha mueve al vómito.

La vieja retórica que escenificaba las aparentes divergencias de la derechona y la izquierdona que tradicionalmente se repartieron Asturias para expoliarla, con las bendiciones de Menéndez y La Nueva España, pretende encasillar a Moriyón en un espacio político que no es el suyo, el del denominado «centroderecha», para ponerla en el mismo plano que Caunedo, un personaje que tiene mucho que ver con los socialistas de Pérez, con los que compartió el expolio en los consejos de administración en los que Manuel Menéndez repartió los dividendos de la destrucción de Cajastur.

menendezporfia

Francisco García, el Luca Brasi que fracasó en su cruzada contra Carmen Moriyón

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Francisco García, subdirector de La Nueva España de Gijón, pertenece de pleno derecho a esa terrible generación de sedicentes periodistas que ejercen en realidad de sicarios -matan o al menos intentan matar, por cuenta ajena- pues no se ocupan de los hechos, sino que alumbran a diario opiniones por cuenta de su empresa; opiniones inevitablemente interesadas, supeditadas a los intereses de su empleador.

El llamado periodismo de opinión, a diferencia del verdadero periodismo, no puede ser mercenario, porque entonces no es periodismo, sino mera propaganda de tres al cuarto, al servicio de esos intereses empresariales de máquinas recaudadoras de publicidad que chirrían por culpa de la crisis y del cambio tecnológico. No se puede cubrir la opinión a base de empleados, porque eso cruje demasiado.

Como las cosas van cada día peor para la prensa impresa, por sus elevados costes, que no se compadecen con el precio y la eficacia de la publicidad en Internet, los tiempos de la ecuanimidad y la ponderación han pasado, y aquí al que no paga la «protección» se le ametrallan las lunas del negocio cada cinco días.

Por eso no hay escritores ni firmas de fuera de la empresa, y hasta Luis Arias Argüelles-Meres se tuvo que marchar a El Comercio porque no le dejaban criticar a Javier Fernández, que es el que más paga, directamente, y a través de los contratos con la TPA y otras empresas sin control como la televisión pública.

Y es que La Nueva España debe querer del Ayuntamiento de Gijón un dinero que al parecer no recibe, porque si lo recibiese Francisco García hablaría de Carmen Moriyón, como poco, las mismas maravillas que hablan a diario de personaje tan poco creíble como Agustín Iglesias Caunedo. Pero no, Caunedo, que tiene a Rodolfo Sánchez dedicado en exclusiva a engrasar los ejes de Calvo Sotelo, es bueno, y Moriyón, que no se deja intimidar, es mala. ¡Hala, balas al cargador!

Y para eso tienen ahí un sicario que se trajeron de Zamora, colocado al frente de las balaseras que se lanzan a diario desde las páginas gijonesas de LNE sobre las consistoriales. ¿Por qué un sicario? Es evidente, porque su misión es intentar matar, disparando a diario, a quien no entrega a su empresa el dinero de la «protección». Los argumentos son de lo más elemental: «o sueltas la mosca o te clavo un cuchillo en la mano».

Lo malo para La Nueva España, es que de nada han servido estos años utilizando a García para disparar sobre Moriyón, mientras la redacción de Oviedo al completo se dedica a tocar la lira sobre las excelencias de Caunedo, pues hasta la encuestadora contratada por ellos mismos, en su manipuladísimo trabajo del pasado domingo, suspende a Caunedo y aprueba a Moriyón.

Y es que Oviedo y Gijón están muy cerca, pero las secciones de Oviedo y Gijón de LNE están más cerca todavía, a unas páginas una y otra, y el contraste es tan escandaloso que lo ven hasta los tontos de cada pueblo.

El sistema no funciona. Amiguinos. Por eso, al sicario García, que va por la vida de fino intelectual y de tuitstar, le parece mal que desde Proaza pongamos en evidencia su terrible papelón, como una especie de Luca Brasi periodístico, trabajando para Corleone Calvo Sotelo, y tilda como rebuznos las humildes palabras con las que ayer hablábamos aquí de su triste destino y de sus no menos tristes desatinos.

¿Qué tendría de raro que los de Podemos dejen gobernar a Moriyón?

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Dice en su columna de este martes, Francisco García, el pitbull opinador que le pusieron a Carmen Moriyón, en La Nueva España de Gijón, durante estos cuatro años de travesía -cuya gestión ni los de Calvo Sotelo se atreven a suspender, a pesar de su asombrosa osadía manipulando encuestas-, que la Alcaldía de Gijón se dirime entre la cirujana gijonesa y un perfecto desconocido para los ciudadanos, como es José María Pérez. Y claro, hasta García se da cuenta de que un don nadie difícilmente va a poder con una gran candidata.

De este García cabe esperarlo todo. Le han puesto ahí para morder a Moriyón, y va a perder todos los dientes en el empeño. Exhibe García un miedo impensable y llamativo, cuando intuye que cabe hasta la posibilidad de que se produzca una «mayúscula sorpresa o impensable pasteleo, como que Xixón Sí Puede ofreciera la alcaldía a los foristas por esas extrañas componendas políticas que se tejen entre bambalinas y que, desde luego, no cuadran con el mensaje del candidato ‘podemita’, quien asegura en titulares que ‘sólo pactaremos con la ciudadanía; nunca con los que nos llevaron a la ruina'».

¿Qué tendría de «mayúscula sorpresa o impensable pasteleo» que Xixón Sí Puede, la versión gijonesa de Podemos, deje gobernar a Foro, teniendo en cuenta esa declaración del candidato? Si Podemos se manifiesta dispuesto a pactar con la ciudadanía gijonesa, es decir, a respetar el voto mayoritario de los gijoneses, y contrario a pactar con quienes «nos llevaron a la ruina», ¿qué problema podrían tener, llegado el caso, para dejar gobernar a Moriyón? Es tanta la presión que sufren, que chiflan.

Areces y sus cuates del consejo de la Autoridad Portuaria tienen serios motivos para el dolor de barriga

modificadomusel

Por Juan Vega

En la imagen que abre este comentario de prensa tienen una panoplia de personajes sobradamente conocidos, que estuvieron en todos los saraos de Vicente Álvarez Areces, cuando éste controlaba el Gobierno de Asturias como presidente, y a su vez cebaba a sus hombres al frente de los sindicatos, las patronales y la propia Autoridad Portuaria de Gijón. La foto, imprescindible en una comunicación seria y aséptica, ante la llegada del Caso Musel a la Audiencia Nacional, la publica El Comercio.

La Nueva España no. La Nueva España no nos cuenta que se investigan en la Audiencia Nacional las decisiones adoptadas por personajes clave en la historia reciente del socialismo asturiano, entre los que se encuentran la entonces alcaldesa socialista y el hoy candidato a alcalde por ese partido.

Los miembros de ese consejo cobraban por ejercer su función como consejeros, pero tal parece que cobraban por votar a favor de lo que quería el ex presidente Vicente. Igual no falta ya tanto tiempo para que Justo Rodríguez Braga, Severino García Vigón, Luis Arias de Velasco, Belén FernándezJosé María Pérez o Paz Fernández Felgueroso, expliquen a qué se dedicaban allí.

Ahora, ya consumidas las dietas -la anécdota- y arruinado el puerto de El Musel y la competitividad de Asturias -lo terriblemente grave-, los beneficiarios de la generosidad arecista que aprobaron el modificado, y que también formaron parte en su mayoría del consejo adjudicador al que acudió Areces en persona, estarán un tanto apretados de la barriga. Normal. Las cosas están cambiando en un país arrasado por la golfería generalizada.

Cierto es que algunos tienen ya la investigación policial encima por el escándalo de la formación, y alguno en particular está pendiente de sentencia; aún así, esto es mucho más que cualquier otra cosa, pues en el Caso Musel hablamos de tal cantidad de dinero que pone los pelos de punta al más bragado.

Pero no es la publicación de la foto del consejo encausado en el Caso Musel lo único relevante. En la siguiente imagen, tienen una captura de La Nueva España de este sábado, en la que pueden comprobar cómo ese periódico se dedica una vez más  a dar la versión de los que están con la barriga destrozada por el estrés.

olafnuevaespaña

Vean, en cambio, en la noticia que también publica este sábado El Comercio, que a diferencia de La Nueva España no da la versión exclusiva de los que se sienten en peligro, puesto que nos cuenta también algo que les tendrá que poner aún más nerviosos de lo que ya están: la fiscal del caso en la Audiencia Nacional, Isabel Vicente Carbajosa, conoce de sobra el trabajo de la denostada Oficina Europea Antifraude, la Olaf, puesto que, ¡oh maravilla!, está en excedencia de  ella, como funcionaria de la misma.

Areces, y sus cuates, tienen motivos crecientes para temblar, pues están acusando de tergiversar las cosas nada menos que a la fiscal del caso.

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